Esta semana queremos mostraros la importancia y el peso que damos a la presencialidad en nuestro centro, y en este caso lo haremos en base a ejemplos prácticos que se dan en la asignatura de Sistemas de Videojuegos del Grado en Diseño y Desarrollo de Videojuegos. Estos ejemplos son extrapolables al resto de estudios, ya que la necesidad de interactuación y socializar, así como la del desarrollo personal están ligadas a las tareas que llevamos a cabo diariamente.
Este artículo ha sido redactado con la colaboración de Salvador Marhuenda profesor de dicha asignatura y que fomenta y potencia actividades presenciales en sus clases para mejorar las aptitudes sociales y colaborativas de los estudiantes.
La formación presencial potencia las aptitudes y mejora la actitud de los estudiantes.
A lo largo de esta asignatura los estudiantes analizan los diferentes métodos de creación y diseño de juegos en base a distintas prácticas que realizan de manera presencial y que les ayudan a valorar y reflexionar sobre las decisiones llevadas a cabo en este ámbito.
Algunas de las actividades que se realizan son las siguientes:
• Testing de diferentes niveles de un videojuego en grupo, con la finalidad de analizar y debatir sobre las mecánicas y dinámicas que se desarrollan en dicho proyecto.
• Realización de debates presenciales que generan multitud de opiniones, de forma que defiendan distintas posturas generando argumentos válidos y correctamente justificados.
• Exposiciones de proyectos o ideas, fomentadas por la interactividad real entre compañeros, generando una retroalimentación continua y convirtiéndose en parte del aprendizaje.
Estas actividades si fuesen de carácter telemático u online perderían la mayor parte de su carga formativa, ya que la interacción, el debate y el análisis en equipo son parte de las premisas principales que existen en el día a día de una empresa o un trabajo. El contacto con personas reales y tu buena capacidad tanto comunicativa como social, suponen una mejora tangible en los resultados profesionales y también del entorno donde se suceden.
Estos ejemplos son extrapolables al resto de estudios, ya que la necesidad de interactuar y socializar, así como la del desarrollarnos personalmente están ligadas a las tareas que llevamos a cabo diariamente.